jueves, 23 de octubre de 2014

LA EDUCACIÓN DE LA VIRGEN DE DIEGO VELÁZQUEZ


Educación de la Virgen de Diego Velázquez, Sevilla 1617.  Yale University

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, 599 - Madrid, 1660), es considerado el máximo exponente de la pintura barroca española. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de Francisco Pacheco donde permanecerá hasta 1617, año en que es aceptado en el gremio de pintores y se convierte en un pintor independiente. Al año siguiente, con 19 años, se casa con Juana Pacheco, hija de su maestro.

Sobre este matrimonio, el propio Pacheco dice: "Después de cinco años de educación y enseñanza le casé con mi hija, movido por su virtud, limpieza, y buenas partes, y de las esperanzas de su natural y grande ingenio. Y porque es mayor la honra de maestro que la de suegro, ha sido justo estorbar el atrevimiento de alguno que se quiere atribuir esta gloria, quitándome la corona de mis postreros años. No tengo por mengua aventajarse el maestro al discípulo, ni perdió Leonardo de Vinci por tener a Rafael por discípulo, ni Jorge de Castelfranco a Tiziano, ni Platón a Aristóteles, pues no le quitó el nombre de divino."

Entre 1617 y 1623 se desarrolla la etapa sevillana, caracterizada por el estilo tenebrista caravaggiano, con una luz intensa y dirigida, una pincelada muy empastada, un predominio de los tonos tostados y unas carnaciones cobrizas.
El aguador de Sevilla. Diego Velázquez, 1620
Óleo sobre lienzo,  106,7 x 81 cm
Apsley House, Londres, Reino Unido


Las obras de esta etapa destacan por un realismo popular que también encontramos en la literatura de la época, principalmente en la novela picaresca tal como podemos observar en las primeras obras como Tres músicos de 1617-1618 y El almuerzo de 1618. .

Tres músicos. Diego Velázquez,  1617-1618.  Staatliche Museen, Berlín
Vieja friendo huevos.Diego Velázquez, 1618. Óleo sobrelienzo, 100.5 x 119.5 cm
National Galleries of  Scotland,
Realismo que también podemos observar en cuadros de temas religiosos como Cristo en casa de Marta y María de 1618 o La Cena de Emaús de 1620 en las que el tema religioso se dispone en el fondo mientras que en un primer plano aparecen personajes con rasgos populares y sencillos bodegones perfectamente ejecutados. De este mismo período es la Adoración de los Magos (1619)

Adoración de los Reyes. Diego Velázquez,  1619.
Óleo sobre lienzo,   204 x 126,5. Museo del Prado


Velázquez obtiene un gran éxito y en 1623 se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del Rey Felipe IV.

Los recientes estudios establecen la autoría de Velázquez de la obra “La educación de la Virgen” datándolo en Sevilla, concretamente en el taller de Francisco Pacheco, hacia 1617. Época en la que el joven Diego Velázquez estaba aún como aprendiz en dicho taller. En este taller coincidió con Alonso Cano, quien también pintaría, en 1630, un cuadro con el mismo tema.



La educación de la Virgen antes de la restauración


Centrémonos en esta obra que es considerada la primera pintura que se conserva de Diego Velázquez.

El 2 de Julio de 2010, John Marciari, conservador de arte,  en una entrevista de Marta Caballero, publicada en El Cultural.es comentó: “La primera vez que vi la pintura fue en 2003 e inmediatamente pensé "esta es una gran obra, pero ¿de quién?". Estaba catalogada simplemente como Escuela Española. Me planteé varias hipótesis hasta que un día, quizá tres o cuatro meses después, de repente me golpeó. "¡Espera, esto es un Velázquez de la primera época!". Me dije a mí mismo que estaba loco, tarado, demente. No parecía posible que Yale hubiera tenido un Velázquez durante 80 años sin que nadie hubiese reparado en él. No podía ser. Había pasado antes por eso, con pinturas y, especialmente, con dibujos de los viejos maestros, sin embargo, nada de eso importa: crees que son de alguien conocido y algún tiempo después -minutos, días, semanas...- el nombre te viene de repente a la cabeza. Pero aquí, inmediatamente después de reconocer que era un Velázquez, me di cuenta de lo difícil que iba a ser probarlo.”

En  este mismo artículo comentaba las claves del artículo que John Marciari, Conservador Jefe del Museo de Bellas Artes de San Diego, publicado en el número 7 de la revista Ars Magazine, de Julio-Septiembre de 2010.  John Marciari hacía referencia a la autoría del cuadro, al estado de conservación de la pintura, a la trascendencia del hallazgo y a la iconografía representada. La composición, las pinceladas largas y gruesas, el tratamiento de los pliegues de los ropajes y la ejecución del bodegón en la parte inferior izquierda de la obra indicarían la autoría velazqueña. Marciari apuntó, incluso, que pudo presidir el retablo mayor del convento carmelita de Santa Ana, hasta su inundación en 1626.

Con anterioridad, en 1971, un estudiante de Yale, Umberto Rodríguez, comentó por primera vez que podría tratarse de una obra de Velázquez.

El artículo de John Marciari causó una gran revuelo internacional, lógico si tenemos en cuenta que se trataba de la atribución del cuadro de «La educación de la Virgen» (1617) a Diego Velázquez. El historiador Jonathan Brown, autor del imprescindible Velázquez, pintor y cortesano, puso en duda la atribución de esta obra  al maestro sevillano. Esta afirmación se basaba en lo que denomina detalles groseros que contiene la tela, ejecutados por un autor de poca destreza, en el hecho de que los objetos del bodegón parecen estar volando y que a la Virgen la ha dejado de sexo indeterminado. Por otra parte, añade que Francisco Pacheco, el maestro de Velázquez, en el Arte de la Pintura criticó la temática de la tela porque, en su opinión, la Virgen nació en estado de perfección, incluyendo la capacidad de leer.

 



Francisco Pacheco en su Tratado de la Pintura comenta: " Con menos fundamento, y más frecuencia, se pinta hoy la bienaventurada Santa Ana enseñando a leer a la Madre de Dios, cuya pintura es muy nueva, pero abrazada del vulgo; digo nueva, porque he observado que habrá 24 años, poco más o menos, que comenzó hasta este de 1636, de una Santa Ana de escultura que estaba en una capilla en la iglesia parroquial de la Madalena, la cual acompañó después un escultor moderno con la Niña leyendo; de donde pintores ordinarios la extendieron, hasta que el licenciado Juan de Roelas (diestro en el colorido, aunque falto en el decoro) la acreditó con su pincel, en el convento de la Merced de esta Ciudad; donde está la Virgen arrodillada delante de su madre, leyendo en casi un misal, de trece o catorce años, con su túnica rosada y manto azul sembrado de estrellas y corona imperial en la cabeza; tiene a su lado Santa Ana un bufete con algunas colaciones del natural y debajo, un gatito y perrillo, junto a la Virgen está una canastilla de labor con otros juguetes; y aunque es verdad que ha parecido a algunos doctos no haber fundamento bastante para reprehender semejante pintura, de lo mucho que al autor de la advertencia pasada sobra, no valdremos en ésta, poniendo, primero, las razones con que se disculpa esta pintura".
Cuatro años después se presenta la obra en el Espacio Santa Clara de Sevilla en el contexto de la exposición «El joven Velázquez».  La obra se expone tras un proceso intenso de restauración, realizada por Carmen Albendea e Ian McClure gracias al mecenazgo del Banco Santander. La exposición se podrá visitar hasta el 15 de enero de 2015.

Frente a ella ha colocado tres piezas esenciales para entender la obra: La educación de la Virgen, de Juan de Roelas (1612), La Sagrada Familia, de Luis Tristán (1603) y La imposición de la Casulla a San Ildefonso, de Velázquez (hacia 1622).

En 1617, Velázquez aún estaba en el taller de su futuro suegro, Francisco Pacheco y comienza a asimilar los primeros elementos naturalistas, tanto de Juan de Roelas, pintor de origen flamenco Juan de Roelas que permanecería en la ciudad entre los años 1604 y 1616,  como de Luis Tristán, (Toledo, 1585 - 1624), considerado el mejor discípulo de El Greco, evolucionó hacia el naturalismo tenebrista. De ahí que en la muestra se puede ver el cuadro en cuestión junto con La educación de la Virgen de Juan de Roelas, que sirvió de inspiración al pintor, y la Sagrada Familia de Luis Tristán, pintada en 1613 en Sevilla.



Educación Virgen Juan de Roelas
Museo de Bellas Artes de Sevilla

La Sagrada familia de Luis Tristán,1613. Institute of Arts. Minneapolis.





En esta misma exposición, podemos contemplar  la obra  La imposición de la casulla a San Ildefonso, pintada por Velázquez en Sevilla en 1623, donde podemos comprobar la influencia de El Greco.

La imposición de la casulla a San Ildefonso pintada por Velázquez en Sevilla en 1623.
Propiedad del Ayuntamiento de Sevilla





lunes, 13 de octubre de 2014

LAS PROPORCIONES EN EL DORÍFORO DE POLICLETO

La semana pasada comentamos en clase la relación de la arquitectura y de la escultura en el mundo griego con las matemáticas. El diámetro inferior del fuste de las columnas como módulo en los diferentes órdenes griegos,  el canon en la escultura que utiliza la altura de la cabeza como módulo…. También comentamos la proporción áurea o divina proporción basada en el número de oro o Φ (Phi) en honor del escultor Fidias. Por último comentamos la Serie de Fibonacci.

Número Φ

Rectángulo Aúreo


Según Euclides: "Se dice que una recta ha sido cortada en extrema y media razón cuando la recta entera es al segmento mayor como el segmento mayor es al segmento menor".


Quedo muy clara la teoría sobre las características del rectángulo de oro, no tanto, creo, su aplicación en la obra de arte. Comentamos la proporción áurea en el Partenon. En esta entrada trataré sobre la relación entre el Doríforo de Policleto y la proporción áurea.


Policleto realizó un pormenorizado estudio de las proporciones del cuerpo humano, y las describió en un célebre tratado de escultura Canon que en la actualidad está casi totalmente perdido. En él establece un canon de la belleza ideal masculina basado en las proporciones entre las diversas partes del cuerpo. Cada una de las partes del cuerpo debe tener unas dimensiones adecuadas para componer el conjunto armónico ideal. La belleza basada en la armonía. Con mucha probabilidad, el Doríforo (Portador de lanza), fue el modelo utilizado por Policleto para ejemplificar su canon

Afirmaba que la cabeza debía de ser la séptima parte de la altura total de la figura. La cabeza se dividía en tres partes iguales que se correspondían a la frente, la nariz y la distancia de ésta al mentón, el pie tres veces la anchura de la palma de la mano; mientras la pierna, desde el pie a la rodilla, debe medir seis palmos, y la misma medida habrá también entre la rodilla y el centro del abdomen. Como se ve estamos ante una concepción matemática de la belleza humana.





La proporción áurea en el Doríforo




Si aplicamos este esquema al Diadúmeno la coincidencia es total



La proporción áurea en el Diadúmeno