lunes, 20 de mayo de 2013

LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE BARCELONA DE 1888


Entrada realizada con motivo del125 Aniversario de la inauguración de la Esposición Universal de Barcelona.

El 20 de mayo de 1888, la reina regente María Cristina y Alfonso XIII presidían la ceremonia de la inauguración de la gran Exposición Universal en el salón del Palacio de Bellas Artes. Con la Exposición se recuperó la Ciutadella, símbolo de la represión de Felipe V, y Barcelona se proyectó, a nivel internacional, como una gran ciudad burguesa e industrial.  En esta época, entre 1822 y 1888, se celebraron en Barcelona 14 exposiciones de productos industriales catalanes, con el apoyo de la Junta de Comercio y, al suprimirse ésta, del Instituto Industrial de Cataluña. Además, los industriales catalanes acudían regularmente a las exposiciones universales desde 1851, año en que se celebró la primera exposición universal en Londres en. Por otra parte,  Barcelona se reconfiguraba urbanísticamente tras el derribo de las murallas y la realización, desde 1859, del Plan Cerdà.  El 15 diciembre de 1885, Francesc de P. Rius i Taulet fue nombrado alcalde de Barcelona y no de sus principales objetivos era la recuperación para la ciudad de la Ciudadella cuya  demolición se inició el 16 de Octubre de 1868 gracias al triunfo de la Revolución de Septiembre, “La Gloriosa”.

Plano de la Exposición Universal
Plano compartivo con la antigua fortaleza 


La remodelación del parque de la Ciudadela fue llevado a cabo por Josep Fontserè en 1872, inspirándose en los jardines europeos. Junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque. También construyó el Mercado del Born y un puente sobre las líneas de ferrocarril, ejemplos de la denominada arquitectura de hierro. Fontserè contó con la colaboración de Antoni Gaudí para el proyecto de la Cascada Monumental, que destaca por su obra escultórica, en la que intervinieron varios de los mejores escultores del momento: destaca el grupo de La Cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, así como El nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana; el frontón es obra de Francesc Pagès i Serratosa; otras esculturas del conjunto son: Anfítrite, de Josep Gamot; Neptuno y Leda, de Manel Fuxà; y Dánae, de Joan Flotats. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento. Por lo tanto, la Ciutadella ya era un parque cuando el alcalde de Barcelona, Rius i Taulet, decidió convertirla en recinto de la Exposición.
Conucción de un pabellón, fotografía de  Pau Audouard



La Exposición se desarrolló en un recinto de 450.000 m2.  La parte central de la Exposición se ubicaba en la zona de la antigua Ciudadela, una fortaleza construida por orden de Felipe V para dominar la ciudad tras la Guerra de Sucesión Española, en la que Cataluña había estado en el bando del contrincante de Felipe, Carlos de Austria.  En el siglo XIX Barcelona dejó de ser considerada plaza fuerte y, tras la Revolución de 1868, se procedió a su demolición, de la que sólo quedaron la capilla (actual Parroquia Castrense), el palacio del gobernador (actual Instituto de secundaria  Verdaguer) y el arsenal (actual sede del Parlamento de Cataluña, después de su restauración llevada a cabo por Pere Falqués).

Arco de Triunfo de la Exposición Universal de 1888
(Fuente: Cornell University Library).

 

La entrada a la Exposición se efectuaba a través del Arco de Triunfo diseñado por Josep Vilaseca. De inspiración neomudéjar, tiene una altura de 30 metros, y está decorado con una rica ornamentación escultórica realizada por diversos autores: Josep Reynés, autor del friso superior que plasma la recepción de  Barcelona a las naciones; Josep Llimona, autor del friso de la parte superior de la parte reverso con el Reparto de recompensas a los participantes de la Exposición;  Antoni Vilanova, autor del friso de la parte derecha con las Alegorías de la Industria, la Agricultura y el Comercio; Torquat Tasso, autor del friso de la parte izquierda con las Alegorías de las Ciencias y las Artes; Manel Fuxà y Pere Carbonell autores de cuatro esculturas femeninas, las Famas.

"Recepción de  Barcelona a las naciones" de Josep Reynés (parte anterior)
"La Recompensa a los participantes" de Josep Llimona (parte posterior)
"Alegorías de la Agricultura, la Industria i el Comercio" de Antoni Vilanova (lateral derecho)
"Alegorías de las Artes y de las Ciencias" de Torquat Tasso (lateral izquierdo)

A continuación venía el Salón de San Juan (actual Paseo Lluís Companys), una larga avenida de 50 metros de ancho, donde destacaban las balaustradas de hierro forjado, los mosaicos del pavimento y unas grandes farolas, todo ello diseñado por Pere Falqués.
A lo largo de este paseo se colocaron ocho grandes estatuas de bronce que representaban personajes ilustres de la historia de Cataluña: Guifré el Pilós (obra de Venanci Vallmitjana), Roger de Llúria (de Josep Reynés), Bernat Desclot (Manel Fuxà), Rafael Casanova (Rossend Nobas), Ramon Berenguer I (Josep Llimona), Pere Albert (Antoni Vilanova), Antoni Viladomat (Torquat Tasso) y Jaume Fabre (Pere Carbonell). Estatuas que han tenido diferente suerte: en 1914 la estatua de Casanova fue trasladada a la Ronda de Sant Pere (esquina Alí Bey); la de Roger de Llúria y la del pintor Antoni Viladomat quedaron en su ubicación original; cinco fueron fundidas en 1950 para realizar la imagen de la Virgen de la Merced de la basílica homónima. También se conserva  la escultura dedicada a Pau Claris, obra de Rafael Atché, que había substituido  a la de Rafael Casanova.

A la entrada del recinto se ubicaron dos grupos escultóricos dedicados a la Agricultura y la Marina, obra de Venanci Vallmitjana. Al final del paseo se ubicaron otros dos grandes grupos escultóricos que representaban el Comercio y la Industria, obra de Agapit Vallmitjana.

El primer edificio tras el acceso por el Arco de Triunfo era el Palacio de Bellas Artes, obra de August Font i Carreras, de estilo neoclásico, con una fachada formada por un pórtico con columnas y con cuatro torres con cúpulas, coronadas por una representación de la Fama, en las esquinas. El espacio principal del edificio era una gran sala central donde se realizaron los principales actos oficiales. En el lado opuesto se ubicaba el Palacio de Ciencias, obra de Pere Falqués, de estilo neoclásico, donde también se disponía una gran sala para celebrar congresos.

Una vez pasados estos dos edificios se accedía al recinto propiamente dicho, en cuya entrada destacaba la Cascada Monumental, a cuya derecha se hallaba el restaurante (conocido como Castillo de los Tres Dragones y actual Museo de Zoología), obra de Lluís Domènech i Montaner, de estilo neogótico con innovadoras soluciones estructurales que anunciaban el modernismo por la utilización del hierro y el ladrillo visto. A su lado se encontraban el Círculo del Liceo y el Invernáculo, obra de Josep Amargós, realizado en hierro y vidrio siguiendo el ejemplo de la arquitectura de hierro. A continuación venían el Museo Martorell de Geología, de Antoni Rovira i Trias; el Umbráculo, de Josep Fontserè; y una iglesia llamada Iglesia Modelo, porque pretendía servir de referencia para las construcciones religiosas del futuro, cometido este que no llegó a cumplir. En esta zona se situaban también el Pabellón de la Prensa, obra de Jaume Comerma i Torrella, y el Pabellón de las Colonias Españolas, de Jaume Gustà i Bondia, que presentaba artículos de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Fernando Poo.


El Castillo de los Tres Dragones, actual Museo de Zoología, obra de Lluís Domènech i Montaner.

Museo Martorell de Geología, obra de Antoni Rovira i Trias

El Invernáculo, obra de Josep Amargós

 

El Umbráculo, obra de Josep Fontserè

 




La zona central del recinto se correspondía con la antigua plaza de armas de la Ciudadela, donde destacaba la Fuente Mágica, una de las grandes atracciones de la Exposición (obra de la compañía The Anglo-American Brush Electric Corporation), que combinaba los saltos de agua con el juego de luces eléctricas, lo que producía un gran espectáculo nocturno que maravilló a los visitantes, según recogen los periódicos de la época. Esta fuente daba acceso al principal edificio de la exposición, el Palacio de la Industria, obra de Jaume Gustà i Bondia, que recogía las secciones extranjeras de la exposición. Tenía forma de abanico, con 25 naves concéntricas que formaban trece naves rectangulares.  El edificio fue desmantelado en 1930, y en su lugar se encuentra actualmente el Zoo de Barcelona.

Vista aérea de la Exposición universal de Barcelona de 1888, fotografia de A. Esplugas

Frente a este palacio se hallaba la Estatua ecuestre del General Prim, obra de Lluís Puiggener, destruida en 1936 y restaurada por Frederic Marès, aún se encuentra en su ubicación original.

En la denominada Sección Marítima, se construyó el Pabellón de la Compañía Trasatlántica. Claudi López i Bru, segundo marqués de Comillas y cuñado de Eusebi Güell, encargó a Antoni Gaudí el pabellón de la Compañía Transatlántica, el principal consorcio de barcos transoceánicos de España, para la Exposición Universal de Barcelona de 1888. A Gaudí no se le encargó un nuevo pabellón, sino adaptar y reformar uno de ya existente diseñado por Adolfo García Cabezas para la Exposición Naval de Cádiz de 1887. Realizado en estilo neonazarí granadino, subsistió hasta la apertura del Paseo Marítimo de Barcelona en 1960.
Pabellón de la Compañía Trasatlántica de Antoni Gaudí

En el Paseo de Colón se erigió el Hotel Internacional, obra de Lluís Domènech i Montaner. Fue concebido como instalación temporal para acoger a los visitantes; por ello,  fue derruido tras la finalización de la Exposición.

Hotel Internacional, obra de Lluís Domènech i Montaner
 





Otros edificios menores del recinto fueron: la Horchatería Valenciana, el Café Turco, el Pabellón Balneológico (especializado en productos químicos y farmacéuticos), el Pabellón de Audouard y Compañía, fotógrafo oficial de la exposición … Un globo cautivo que ascendía hasta 200 metros de altitud  y unas montañas rusas, junto con la Fuente Mágica,  fueron las grandes atracciones de la exposición.
Pabellón de Audouard y Compañía
Pabellón american soda water


Pabellón Aguas azoadas


La muestra se clausuró el 9 de diciembre. La habían visitado un millón y medio de personas. El balance, a pesar del déficit, puede considerarse positivo porque significó la proyección internacional de Barcelona como ciudad industrial y burguesa. La mayoría de los edificios de la Exposición han desaparecido: tan solo permanecen el Arco del Triunfo, el Castillo de los Tres Dragones, el Museo de Geología, el Invernáculo, el Umbráculo, y una parte del Palacio de la Industria que forma parte de servicios del zoo.




El Monumento a Colón también fue realizado con motivo de la Exposición Universal de 
Barcelona de 1888. Se trata de una obra del arquitecto Gaietà Buïgues.


  

Monumento a Colón, obra deGaietà Buïgues





PARA SABER MÁS










1 comentario: