viernes, 8 de febrero de 2013

¿TIENE ROSTRO "EL ORIGEN DEL MUNDO"?




El origen del mundo (L'origine du monde) es la obra de Gustave Courbet que ha suscitado más polémica. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo, de unos 55 cm por 46 cm, realizada en 1866. Representa, en un gran escorzo, un tronco de mujer desnudo, reclinado sobre las sábanas de un lecho, con las piernas separadas. El encuadre y el detalle con el que se realiza el pubis, que se dispone en primer plano, supusieron una radical novedad respecto a la tradición pictórica anterior. El primer propietario del Origen del mundo, y obviamente su comanditario, fue el diplomático turco-egipcio Khalil-Bey (1831-1879) que reune una efímera pero deslumbrante colección en torno a la representación del cuerpo femenino, antes de arruinarse con sus deudas de juego. Después, se desconoce con precisión el destino del cuadro. El anticuario Antoine de Narde lo compró en un remate. Más de veinte años después, el cuadro es visto en una casa de antigüedades y está cubierto por otro cuadro de Courbet: un paisaje, “La casa de Blonay”. En 1913, los dos cuadros, siempre uno cubriendo al otro, aparecen en la Galería Bernehim-Jeune, de París. Nadie sabe quién es el dueño del cuadro. El conde Ferencz Hatvany era pintor y coleccionista. Exponía en esa galería. Decidió comprar todos los cuadros de Courbet. Los llevó a Hungría y procedió como todos los propietarios anteriores de “El origen del mundo”: lo mantuvo oculto bajo otro cuadro. Los alemanes invadieron Hungría y, como hicieron en toda Europa, robaron gran cantidad de obras de arte. La obra de Courbet fue con ellos. Los rusos la recuperaron y la devolvieron a la familia Hatvany. El conde se fue a París y, en 1955, le vendió el cuadro al psicoanalista Jacques Lacan que lo mantiene oculto bajo un cuadro que encargo a André Masson, Tras la muerte de Lacan, como pago de derechos de sucesión, fue cedido al Estado francés por la Fundación Lacan. Desde 1995 se expone en el Musée d'Orsay de París.

Según publicó en exclusiva, el pasado 6 de febrero, el semanario francés Paris Match, el polémico cuadro de Gustave Courbet (1819-1877) El origen del mundo (L’origine du monde) tiene rostro. Se trataría de un cuadro de 33 por 41 centímetros en el que se dispone una cabeza ladeada hacia atrás con la boca entreabierta. Aunque la obra ha sido objeto de una larga investigación, algunos expertos manifiestan su radical escepticismo. En el Museo Courbet de Ornans tienen menos fe. La conservadora Frédérique Thomas-Mauri, ha declarado al diario Libération: “No estoy convencida”. El Museo de Orsay ha señalado que sus expertos “no se pronunciarán de momento sobre el caso”.

En 2010, cuando un aficionado al arte, que se mantiene en el anonimato,  compró un pequeño óleo no firmado con el  retrato de una mujer a un anticuario de París por 1.400 euros, pensando que se trataba de la obra de un maestro. Sacó la tela del marco y observó que la tela había sido cortada y que, por lo tanto, posiblemente se trataría de un fragmento de una tela más grande. Además descubrió, gracias a un  sello medio borrado que se veía en el reverso, el nombre de un marchante del siglo XIX.  Buscando su relación con otras obras, se da cuenta de la posible relación con El origen del mundo de Courbet. La comparación de dos obras, respetando su tamaño, le hacen pensar que la cara es la prolongación del cuerpo pintado pero no firmado por Gustave Courbet. 


Más tarde, comprador consultó con Jean-Jacques Fernier, del Instituto Gustave-Courbet, autor del catálogo razonado de la obra del pintor. Este ordenó hacer un análisis del cuadro al Centro de Análisis e Investigación en Arte y Arqueología de París (radiografías, rayos X, espectrometría de infrarrojos). Este análisis confirma que “los pigmentos, la capa marrón de los contornos, la largura de las pinceladas, todo correspondía punto por punto a El origen del mundo”. El experto inscribe el retrato en su catálogo y confirma su teoría de que El origen del mundo es una obra incompleta.  Jean-Jacques Fernier cree que el cuadro original tendría unas medidas de 120 por 100 "o más". Se supone que es Joanna Hifferman, modelo y amante del artista irlandés James Whistler,

Con anterioridad a estos nuevos datos, algunos  historiadores ya especulaban con que "L'Origine du monde" fue motivo de la ruptura de la amistad entre Gusyave Courbet y James Whistler.



Jo, la Bella Irlandesa de Gustave Courbet


Para saber más: Biografía de Gustave Courbet  (Museo de Orsay)









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